Rey Juba I de Numidia. WARLORD GAMES 103011301

 Rey Juba I de Numidia.

El rey Juba de Numidia debía su posición y el poder que le venía al gran general romano Pompeyo. Después de todo, fue Pompeyo quien vino de Roma para reincorporar al padre de Jubas, el rey Hiempsal II, en 81 a.C. Juba también tuvo motivos para odiar a Julio César, quien lo había provocado mientras estaba de visita en Roma. Cuando estalló la guerra entre Pompeyo y César, la lealtad de Juba a la causa pompeana era segura. César aparente despreocupación por eso demostró la caída de su emisario Gaius Scribonius Curio a quien envió para tomar el control de Numidia.

Curio viajó a África más con expectación que esperanza. Fácilmente trató de cualquier cosa que el gobernador de Pompeian en ejercicio pudiera lanzarle, pero cuando lanzó un ataque mal considerado contra el ejército de Jubas, Curio pronto se dio cuenta de su error. Los numidianos debieron haberse sorprendido de la audacia de Curioés al atacarlos, pero se recuperaron rápidamente: apenas un romano escapó con su vida. Curio no. Juba estaba jubiloso y preparado para luchar con sus aliados romanos contra César cuando este último aterrizó en África. Sin embargo, César no era Curio. Cuando Juba se unió a Publius Cornelius Scipio antes de la batalla de Thapsus, los dos no lograron coordinar su ataque contra César, resultando en una derrota ardiente para Scipio y Juba huyendo de la escena con su ejército. Humillado sin adónde acudir, Juba hizo lo honorable y se suicidó. Tal fue el efecto que César tuvo en sus enemigos a estas alturas que aunque apenas había puesto un guante en Juba, su victoria sobre el rey numidiano era total.